Mudarse al extranjero es a menudo uno de los factores desencadenantes de las crisis. Incluso si te sientes bien en este momento, alguien más que conoces podría estar pasando apuros.
Una crisis no gestionada puede provocar inestabilidad emocional, ansiedad incontrolable, fuertes sentimientos de culpa y vergüenza o un enfoque de percepción limitado, por lo que es importante manejar una crisis en las primeras etapas.
En el tema anterior «Qué podría salir mal», hablamos de todas las situaciones potenciales que causan experiencias negativas y crisis, lo que significa que ya eres consciente de las posibles luchas. Lo siguiente que hay que saber es cómo gestionar estas situaciones.
Posibles reacciones
La forma en que las personas responden a las crisis es individual y puede diferir para todos. Algunos ejemplos incluyen:
- Sensación de estar siempre «en guardia»
- Cansancio constante
- Ansiedad
- Vulnerabilidad
- Depresión
- dudas sobre uno mismo
- Cambio en tus objetivos de vida.
Obteniendo ayuda
Durante una crisis, puede resultar difícil funcionar como lo haría normalmente; por lo tanto, es importante buscar ayuda. Si notas un cambio en tu comportamiento, ponte en contacto con el servicio de orientación de tu Universidad. Los orientadores universitarios pueden ayudarte a ponerte en contacto con los especialistas y, si es necesario, a negociar con el personal académico.
¿Qué más puedes hacer?
- Reconoce que estás en crisis. Fingir solo prolongará el proceso de recuperación.
- Trate de pensar en todas las posibles soluciones a la situación.
- No se apresure a tomar decisiones que cambiarán su vida.
- Date tiempo para curarte.
- Aprende de la experiencia. Acepta el fracaso y observa cómo te cambió. Pero no analices demasiado: en algún momento es hora de seguir adelante.
Y recuerde: toda crisis conduce al crecimiento personal.
Recursos útiles:
